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Diari de Tarragona
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La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto una condena de dos años de prisión y una indemnización de 200.000 euros a los productores televisivos Óscar Cornejo y Adrián Madrid por un delito de revelación de secretos, según ha adelantado El Mundo. La sentencia considera probado que ambos difundieron en televisión información perteneciente a un procedimiento de menores sobre un episodio que afectó a Rocío Flores durante su adolescencia, sin contar con su autorización.
Los hechos se remontan a la emisión de la docuserie Rocío. Contar la verdad para seguir viva, producida por La Fábrica de la Tele —compañía que entonces dirigían Cornejo y Madrid—, en la que se detallaron circunstancias personales de la hija de Rocío Carrasco y nieta de Rocío Jurado. Dichos contenidos procedían, según el fallo, de documentación judicial “reservada y confidencial”, cuya difusión está especialmente protegida cuando implica a menores.
La resolución subraya que los documentos exhibidos incluían entrevistas del equipo psicosocial, valoraciones judiciales y datos sobre la medida impuesta en su día a la joven, extremos que, a juicio del tribunal, vulneraron su intimidad y afectaron gravemente a su honor y a su derecho a la propia imagen. Además de la pena de prisión y la compensación económica, los productores quedan inhabilitados durante dos años.
Cornejo y Madrid, responsables durante más de una década de algunos de los formatos más conocidos de Telecinco —como Aquí hay tomate, La Noria o Sálvame— vendieron posteriormente su participación en La Fábrica de la Tele a Mediaset y formaron la productora La Osa, actualmente vinculada a los contenidos vespertinos de TVE con programas como Directo al grano y Malas lenguas.
La denuncia de Rocío Flores fue presentada en 2021, poco después de la emisión del capítulo en el que se relataba el incidente con su madre. Aunque el juzgado de instrucción decidió archivar inicialmente la causa, la representación legal de Flores recurrió, y ahora la Sección 29 de la Audiencia Provincial ha considerado que la revelación de información reservada generó un daño moral “evidente”, lo que justifica la condena dictada este jueves.