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El primer fin de semana de diciembre llega marcado por la presencia de un chorro polar, un elemento clave para entender la evolución del tiempo frío que hará en España y llegará en cierta medida a las comarcas de Tarragona.
Este “chorro” es una potente corriente de viento que circula en altura, entre 9 y 16 kilómetros sobre la superficie terrestre.
Funciona como un gran río de aire que puede alcanzar velocidades de entre 100 y 250 km/h y que guía el movimiento de borrascas y anticiclones.
Cuando avanza de manera recta, suele traer estabilidad, pero cuando se ondula —como ocurre ahora— permite que masas de aire frío desciendan hacia latitudes más bajas, generando cambios de tiempo repentinos.
Tanto el modelo europeo como el americano GFS coinciden en que estas ondulaciones seguirán afectando a la península durante unos diez días más.
Aunque los anticiclones atlánticos intentarán ganar terreno, varias vaguadas seguirán descolgándose y cruzando España, lo que traerá nuevos frentes, descensos térmicos puntuales y precipitaciones irregulares.
No se prevé, sin embargo, una irrupción de aire frío intenso: las bajadas de temperatura serán transitorias y, en general, el inicio del invierno climatológico llegará con valores ligeramente superiores a la media.
En Tarragona, el comportamiento de este patrón atmosférico dejará un fin de semana variable.
El viernes se espera un ambiente estable, con cielos despejados y temperaturas alrededor de los 13 grados.
El sábado podría llegar la primera tanda de inestabilidad asociada al paso de un frente, con lluvias débiles durante la mañana y nubes persistentes.
El domingo alternarán los claros y la nubosidad, y entre el lunes y el martes se mantendrá un cielo cambiante, sin descartar nuevas precipitaciones dispersas.
El viento será otro factor a seguir en la provincia. En los últimos días ya se han registrado rachas fuertes en zonas del sur de Catalunya, y durante el fin de semana podrían repetirse episodios de viento moderado, especialmente en zonas abiertas al noroeste.