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La Comisión Europea aseguró este miércoles que ofrecerá “todas las flexibilidades” posibles a los pescadores, en un debate en el Parlamento Europeo marcado por las críticas a la nueva propuesta de cuotas presentada hoy, que reduce en un 65% los días en los que las flotas podrían salir a faenar.
Los eurodiputados españoles coincidieron en denunciar lo que consideran un ataque directo a la línea de flotación de un sector ya golpeado por restricciones anteriores.
La comisaria europea de Servicios Financieros, Maria Albuquerque, reconoció el “esfuerzo” de los pescadores y admitió que se han producido “mejoras” en los mares europeos, incluido el Mediterráneo. Sin embargo, defendió las nuevas limitaciones alegando que aún existen especies “sobreexplotadas”.
El eurodiputado del PP Gabriel Mato aseguró que “ningún sector puede ser viable con una perspectiva de seis semanas de trabajo al año” y criticó que la propuesta de la Comisión Europea “se base únicamente en el asesoramiento biológico, sin una evaluación del impacto socioeconómico”.
Mato abrió la tanda de críticas después de que la comisaria Maria Albuquerque subrayara que en 2026 se mantendrán las restricciones en los distintos mares de Europa, incluido el Mediterráneo, para favorecer la recuperación de las especies, algunas de ellas en estado “crítico”. Aunque la comisaria reconoció que “los científicos ven una mejora”, añadió que aún existen muchos “stocks sobreexplotados” y reiteró que la CE utilizará “todas las flexibilidades” disponibles para que los pescadores “puedan seguir pescando”.
Estas flexibilidades se refieren al mecanismo previsto en el plan de cuotas, que permite a las flotas que mejoren su maquinaria para hacerla más sostenible ampliar sus días de pesca hasta un máximo de 130. Este año, el Gobierno español presionó a Bruselas para poder aumentar ese límite hasta 147.
La eurodiputada socialista Leire Pajín afirmó que su grupo está “profundamente intranquilo” con la propuesta y reclamó un plan “coherente” para el Mediterráneo, así como un marco financiero que “incentive” al sector y “motive” a las nuevas generaciones. “No se puede elaborar un plan a costa de los pescadores, que han hecho un gran esfuerzo”, añadió.
Por su parte, Mireia Borrás, de Vox, calificó la propuesta de “ejercicio de cinismo” y denunció que “cada vez que Bruselas habla de oportunidades, lo que llega a los puertos son recortes”. La eurodiputada aseguró que la CE “condena a familias y generaciones enteras dedicadas al mar” en nombre de la “sostenibilidad”, pero “sin ningún estudio serio del impacto ambiental de las medidas”.
Finalmente, Vincent Marzà, de Compromís, lamentó un reparto “injusto” de las cuotas y advirtió que “todas las restricciones recaen sobre los pequeños pescadores, que representan el 75% del total”. Por ello pidió al Parlamento y a la Comisión Europea que “se pongan de acuerdo” con las flotas artesanales.