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Los pescadores de Tarragona creen que los trece días de pesca adicionales anunciados son “insuficientes” en muchos casos y aseguran que la ampliación demuestra que hay pescado para salir al mar durante más jornadas. “Es una sensación agridulce, que nos den más días es positivo, pero pensábamos que nos darían para llegar a final de año”, ha afirmado el secretario de la Federació Territorial de Confraries de Pescadors de Tarragona, Xavier Domènech.
En La Ràpita, los marineros consideran que la medida llega tarde porque hay embarcaciones amarradas en los puertos catalanes desde hace semanas. De cara a la negociación de las cuotas de Mediterráneo de 2026, el sector pide nuevamente poder pescar 180 días al año y también exige menos burocracia.
Este martes, tres embarcaciones del puerto de Tarragona han salido a pescar después de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación autorizara este lunes la asignación extraordinaria de trece días más de pesca para cada embarcación de la flota de arrastre del Mediterráneo este 2025. Según Domènech, la mayoría de las 22 barcas tarraconenses llegan a finales de año con los días extras, pero tendrán que utilizar el sistema de pesca conjunta para que todos puedan salir al mar. “Tenemos que jugar con lo que nos permite la ley, que es cambiar los días entre grupos de barcas”, ha afirmado.
El secretario de la Federació Territorial de Confraries de Pescadors de Tarragona ha lamentado que no les hayan dado más días para acabar el año con “normalidad”. “Que nos den días es muy importante porque nos reafirma que tenemos razón, ya que el recurso no está tan mal como nos decían, sino que se está recuperando”, ha subrayado. Además, ha insistido en que los trece días no son suficientes en muchos casos.
Preguntado por las palabras del ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, en las que decía que la asignación extraordinaria permite “ofrecer certeza, estabilidad y capacidad de planificación a los armadores y tripulaciones”, Domènech ha considerado que la estabilidad del sector sería “pescar sin ningún tipo de restricción”. “Todo el mundo se ha esforzado para que podamos tener estos trece días, eso también hay que agradecerlo, pero siempre esperas un poco más”, ha admitido.
En este sentido, ha recordado que hace cinco años que se les imponen restricciones. “Hay puertos como L’Ametlla de Mar donde las barcas hace casi un mes que están paradas totalmente”, ha señalado. El sector pesquero considera que salir a pescar un centenar de días no les permite sobrevivir. “Hay barcas que tienen 108 días al año, es como pescar cinco meses. ¿Qué haces los otros siete meses? No hay un equilibrio, pescar cinco meses no te permite vivir doce”, ha asegurado.
En cuanto a la pesca de la gamba, los topes están casi agotados. Aunque la normativa les permite utilizar un 10% de la gamba del año siguiente, Domènech opina que no es la solución. “Si ya nos están reduciendo las capturas y, además, utilizamos la gamba del año que viene, el 2026 sufriremos más que este año”, ha dicho. De hecho, ha explicado que hay pescadores que se han reconvertido, pasándose al cigalón, y otros que se guardan los kilos para los días de Navidad, cuando los precios son más elevados. Con todo, lamenta que sea el consumidor quien sufre el incremento, hecho que propicia que haya una disminución del consumo de pescado.
En la Ràpita, podrán salir todos a pescar
Desde la Confraria Verge del Carme de la Ràpita celebran la ampliación de días y calculan que les permitirá “salir a pescar todos los días que quedan” hasta final de año, la veintena que queda. Como ha detallado el secretario de la Confraria, Joan Balagué, “han dado trece y hay siete que no cuentan, pero con todos los que quedan, de media, podría salir a pescar toda la flota de arrastre del Mediterráneo”, ha asegurado. “En la campaña de Navidad habrá pescado fresco de costa sin ningún problema”, ha añadido Balagué.
En cambio, este martes, la flota rapitenca no ha salido a pescar. La incertidumbre les ha dejado en el puerto a la espera de que se repartan los días adicionales que todavía no se reflejan en la aplicación de control de jornadas de pesca de todo el Mediterráneo. “Es un día en el que ha hecho viento, pero podían salir a pescar. Pero hoy tenemos toda la flota amarrada porque a estas horas aún no sabemos cómo repercutirán estos trece días en las posibilidades de pesca de nuestra flota”, ha apuntado Balagué.
Los pescadores también alertan que “la medida llega tarde” y hay puertos en Catalunya y en otros lugares donde muchas embarcaciones llevan semanas paradas porque habían agotado los días establecidos para este 2025. El secretario de la Confraria rapitenca insiste en que los pescadores están inquietos “porque se habían hecho los deberes” y se habían aplicado medidas que han repercutido positivamente en el recurso, pero iniciaron el año con una limitación de 27 días, “la gran animalada del siglo”.
Balagué recuerda que “esta reducción de jornada se hizo según unos datos que estaban desfasados y mal calculados” y confía en que se corrija en la negociación para 2026. “Entiendo que, con los datos correctos y todo lo que nos ha hecho pasar este 2025, para 2026 habrá una asignación más grande de jornadas desde el principio”, ha reclamado. Se espera que la Comisión Europea presente esta semana su propuesta para las cuotas del Mediterráneo de 2026, un reparto que se tendrá que pactar en la reunión de los ministros de Pesca de la Unión Europea el próximo 11 y 12 de diciembre.
Desde La Ràpita reclaman 180 días por embarcación desde el principio para que se pueda planificar la actividad pesquera de todo el año y se garantice una estabilidad al trabajador. “Necesitamos una seguridad y una continuidad en la actividad pesquera”, ha reclamado Balagué. Si se vuelve a aplicar un recorte el año que viene, los pescadores no lo entenderán. “Una reducción de jornadas otra vez sería vista por el sector pesquero como un ataque directo hacia su desaparición, y por asimilación la de todo el sector primario que se ve tan atacado por Europa estos últimos años”, ha advertido el secretario de la Confraria de la Ràpita.
Comparten opinión los pescadores de Tarragona, quienes también piden que se incrementen los días de pesca a 180 días al año, con tres meses de veda. “El 2023 y 2024 venimos de pescar más de 200 días a pescar 108, eso es una reducción casi del 50%”, ha aseverado Domènech. Finalmente, también exigen que haya menos burocracia y que sea más sencilla. “Pedimos que los días puedan ser más equilibrados o equitativos para que no haya estas diferencias entre unas barcas y otras”, ha concluido.