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La Festa del Calamar vuelve a desarrollarse como un homenaje al pasado marinero de Salou y celebra este 2025 una edición muy especial, la de su 50º aniversario. Las barcas del concurso de pesca debían haber salido por primera vez a la mar hoy, 24 de noviembre, con récord de inscripciones: hasta 36 embarcaciones y 128 pescadores, cuatro y 15 más que el año pasado respectivamente. Pero el mal tiempo obligará a esperar. Hacia las tres de la tarde, los pescadores han acordado quedarse en tierra para evitar riesgos y prevén que entre mañana y pasado sea posible empezar la actividad. Por eso, los tradicionales cohetes que se lanzan para marcar el inicio y el final de las capturas se han tirado esta vez juntos.

Pese a todo, el Ayuntamiento ha repartido a los pescadores los tradicionales chubasqueros del certamen. «El ambiente es más especial porque justo dentro de la Capital de la Cultura Catalana celebramos los 50 años de la Festa del Calamar», ha explicado el alcalde de Salou, Pere Granados, que se ha mostrado satisfecho por la «buena participación». Granados también ha señalado que, estos días, los restaurantes del municipio cocinan recetas extraordinarias «para degustar esta delicia del mar de Salou». 

El alcalde ha agradecido, desde el Club Nàutic de Salou, el papel de «los pescadores y las pescadoras» que «han hecho posible mantener esta fiesta un año más». Uno de ellos es el salouense Ramon Ginovart. «Es una fiesta que comenzaron mis padres, la gente de la mar… Yo, cuando aún estudiaba, trataba de escaparme de alguna clase para venir», recuerda. Ahora no se pierde la Festa del Calamar porque «es una tradición entre amigos, todos juntos, venimos, charlamos, vamos a pescar, miramos quién pesca más y si podemos ganar al de al lado».

Enric Gaseni, de 59 años, y su hermano Jaume fueron los últimos pescadores de Salou. «Provenimos de la Ametlla de Mar y vinimos a vivir a Salou. A los 16 o17 años vimos que nos gustaba mucho la actividad y la seguimos. Hace un par de años, decidí dejarlo: las administraciones ponen el trabajo muy difícil», explica Enric, que se jubilará en un par de meses. La vida de pescador, para él, lo ha sido «todo». «Es un oficio que me gusta mucho, me engancha, pero se ha complicado mucho, con muchas exigencias», añade. Enric también participará en la pesca de la Festa del Calamar.