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La avispa velutina, conocida popularmente como avispa asiática, se está detectando cada vez con más frecuencia en los pueblos de Tarragona: la última, en la comarca del Baix Camp. Expertos en fauna invasora confirman que la especie, ya consolidada en Girona y Barcelona, ya está colonizando ahora zonas del Camp de Tarragona y de Terres de l'Ebre, regiones que hasta hace pocos años se consideraban poco favorables para su desarrollo. 

Aunque las velutinas no son especialmente agresivas con las personas, pueden picar si se sienten amenazadas o si alguien se aproxima a su nido. Para evitar que se integren de forma permanente en el ecosistema mediterráneo, ayuntamientos e instituciones están pidiendo a los vecinos que 'echen un ojo' a todo su entorno para ver si se están formando nidos.

Vilanova d'Escornalbou, nuevo avistamiento

El último avistamiento ha sido en un pequeño pueblo del Baix Camp: Vilanova d'Escornalbou. El ayuntamiento de esta localidad ha lanzado un comunicado a través de redes sociales alertando que en los últimos días se han detectado diversos nidos en el término municipal. 

"Se pide a todos los vecinos y vecinas que observen su entorno (jardines, cobertizos, árboles, fachadas, zonas de ribera, etc.) por si detectan la presencia de un nido o de ejemplares de esta avispa; en caso de localizar un posible nido o concentración de individuos, no intentéis manipularlo ni destruirlo, sino informar de inmediato al Ayuntamiento para que puedan aplicarse las medidas de control y eliminación adecuadas con personal especializado", relatan en la publicación. 

Lo que en 2025 está siendo el día a día en muchos municipios, en 2018 fue lo nunca visto. Ese año, la especia invasora aterrizó por primera vez en el Camp de Tarragona. Desde entonces, los casos no han parado de crecer tanto aquí como en les Terres de l'Ebre. 

“La especie está demostrando una capacidad de adaptación notable: soporta mejor el clima seco y los inviernos suaves”, advierte Joan Pino, director del CREAF y coordinador de la plataforma Exocat, que monitoriza especies invasoras en Catalunya. “Si no se controla, podría integrarse de forma permanente en el ecosistema mediterráneo”.