Categoría
Crónica social
Antetítulo
Crónica Social
Título
Letizia desconcierta, Raphael es la última folclórica y Los Javis se convierten en carne rosa
Subtítulo
Los mentideros de Madrid se llenan estos días de comentarios sobre los looks de la reina, los conciertos del de Linares y, sobre todo, de todo lo que les pasa a Los Javis
Autores
Sílvia Taulés

Imagen Principal
La reina Letizia y Peng Liyuan, esposa del presidente chino, Xi Jinping, en el recibimiento celebrado en Pekín en la segunda jornada del viaje de Estado de los reyes a China.
La reina Letizia y Peng Liyuan, esposa del presidente chino, Xi Jinping, en el recibimiento celebrado en Pekín en la segunda jornada del viaje de Estado de los reyes a China.
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Esta semana les seré sincera: me siento mala persona casi siempre que veo a la reina Letizia. Noto cómo se esfuerza, intuyo sus ganas de agradar, y no entiendo por qué aún así no me gustan sus looks. Casi nunca. El último abrigo que lució en China –ese Carolina Herrera color ¿lavanda? con flores gigantescas– no lo entendí de ninguna manera. No sé qué significan esas flores ni qué intención tenía al rematarlo todo con una pashmina rosa al cuello y ese moñito tipo Barbie sin sentido. Letizia es una mujer con inteligencia y poderío demostrados mil veces y me da rabia que alguien como ella, que está más que preparada, no pueda lucir sus capacidades y tenga que taparlas con looks que no siempre le favorecen.

Por mucho que lo intente, sigue saliendo ese lado suyo tan working girl en momentos en los que debería parecer etérea, una reina, vamos, una lady que jamás ha trabajado. Percibo una lucha entre las dos mujeres que representa e imagino que se libra en su vestidor. Así que a veces acierta y otras se da de bruces con la realidad.

Ese abrigo floreado me recordó a su look durante la visita del príncipe de Omán: parecía una mezcla entre Rosalía y Rosario Flores, con toque Rapunzel y guiño a Las mil y una noches. ¡Ningún sentido! Cuando le sale bien, es espectacular, pero para mi gusto son pocas veces. Y, sinceramente, me gusta la Letizia que da discursos potentes, que opina aunque luego se le tiren encima, que habla con esa voz y esa dicción perfectas. Prefiero esa Letizia con un traje insulso que la que intenta dar lecciones de moda. Lo siento, no puedo engañar ya a nadie.

Quien no engaña es Raphael. Carambas, el de Linares sigue siendo nuestra última folclórica. En su entrevista en ¡Hola!, en la que habla de su enfermedad y sus conciertos: «Lo que estoy es muy motivado y muy entregado, porque lo del público conmigo es muy muy fuerte. Habría que ser de piedra para no sentir la energía, la fuerza, el cariño, la entrega de la gente conmigo. Es una pasada».

Una frase que lo define y que resume lo que cualquiera que lo haya visto en directo sabe: Raphael vibra, siente y contagia. Es un intérprete de los de antes, de esos que ya casi no quedan. Aunque baile cada vez menos, canta con un chorro de voz brutal y se deja la piel en cada paso. Verlo en directo es una maravilla, aunque no les guste su estilo o lo que representa en la historia de la música española. No se lo pierdan, de verdad.

Como tampoco se deberían perder a los Javis, esa pareja de cineastas que lidera la modernidad patria y que de pronto ha dado la campanada al separarse (como pareja romántica). Llevaban quince años juntos y hasta nos abrieron las puertas de su casa. Bueno, la puerta, un portón cuatro por cuatro por la que pasaba hasta Shrek, lo que daba medida del casoplón que se habían comprado hace apenas un año. La historia corría como la pólvora en los mentideros de Madrid pero es difícil publicar una noticia si los protagonistas no están por la labor, es decir, si dicen que te desmienten. Tenían miedo que su ruptura sentimental afectara a su vida profesional.

Hemos salido ganando, se lo digo yo: aquí, en un ejercicio de sinceridad absoluta, tengo que admitir que la irrupción de los Javis en el mundo rosa –aunque nos dé pena– me ha alegrado la vida. Que dos personajazos como ellos alimenten nuestros cotilleos es algo que hay que aplaudir. Personajazos, no personajillos. Eso es lo que necesita la crónica rosa patria. Así que: los Javis (románticos) han muerto, que vivan los Javis (profesionales).

El cantante español Raphael se presenta en la ceremonia de los Latin Grammy este jueves, en Las Vegas
El cantante español Raphael se presenta en la ceremonia de los Latin Grammy este jueves, en Las Vegas