Categoría
Antetítulo
Título
Subtítulo
Autores
Imagen Principal

Artículo
Ni el viento ni el frío fueron capaces de entorpecer el calor de la gente que fue partícipe de una de esas congregaciones alrededor del deporte que ayudar a seguir creyendo en el espíritu del fútbol.
Un año más en el que no fue una simple edición más. La Fase Tarragona de LaLiga Genuine volvió a vibrar con 50 equipos que, a pesar de competir entre ellos, no había hueco para las caras agrias ni las sonrisas postizas. Compañerismo, solidaridad y pasión. Todo natural, salía solo. Solo había que ver como los jugadores de la Real Sociedad Fundazioa celebraban un gol con su compañero no convocado, o como la plantilla entera de la Fundación Getafe CF hacían una piña inmensa tras su primera victoria.
En cada acción y en cada detalle se podía percibir el motivo de este evento. Divertirse y pasarlo bien por un lado y volver a conectar con los valores esenciales del deporte por otro lado.
Tras la inauguración que se vivió en el Nou Estadi Costa Daurada, en Tarragona, para dar a conocer todos los participantes, los partidos se celebraron el día siguiente en Salou, en el Mediterranean Sports Hub. Un complejo deportivo con campos de césped de sobra para jugar partidos simultáneamente y llenar todas las instalaciones de familiares, amigos, aficionados y por supuesto de jugadores y todo su staff técnico que los acompañan.
Equipos de toda España estuvieron presentes, cada uno representando su territorio pero todos representando el deporte colectivo y solidario.
Quien también tuvo un papel fundamental en el día fue el representante de los equipos catalanes. El Nástic de Tarragona estuvo presente en el césped y en la afición. Se notaba entre las bufandas granas, que convivían con las de otros lugares del país. Fueron anfitriones ejemplares, ofreciendo una última demostración de que, cuando toca abrir las puertas de casa, Catalunya sabe hacerlo con cariño y orgullo. Sus jugadores, además, disputaron los encuentros con la energía de quien sabe que juega ante los suyos, y cada ovación se sentía doble: por el esfuerzo y por el significado de su presencia.
Y todo este despliegue es solo el principio. Porque la competición no termina aquí. Mañana, durante todo el domingo, el Mediterranean Sports Hub volverá a despertar con la misma energía para acoger una nueva tanda de partidos que cerrará esta fase por todo lo alto. Las familias ya han reservado su lugar en la grada, los equipos ultiman preparativos y el ambiente promete ser aún más vibrante, con encuentros que duraran todo el día, pero sobre todo que seguirán celebrando el motivo de este torneo: la convivencia, el esfuerzo compartido y la emoción de cada momento.
Los jugadores se marcharon con las botas llenas de césped, las manos heladas y el corazón cargado de emociones. Pero también con la ilusión renovada de volver mañana a pisar el campo, a abrazarse, a reír y a seguir construyendo historias que permanecerán mucho más allá del fin de semana. Porque si algo quedó claro es que la Liga Genuine no se entiende como una simple competición, sino como una experiencia que continúa y que volverá a brillar durante la jornada de domingo.
La Liga Genuine no es solo fútbol: es una manera de enseñar, de aprender y de recordar que el deporte, cuando se juega con el corazón, tiene el poder de transformar miradas, derribar prejuicios y tejer vínculos que duran mucho más allá de un fin de semana.
Los participantes, familias y entrenadores han vuelto a demostrar que esta competición no entiende de egos ni de individualidades, sino de pasos compartidos. Cada jugador que sale al campo lo hace sabiendo que forma parte de una comunidad que lo respeta, lo valora y lo celebra, independientemente del resultado o de su rendimiento.
Un evento que permite seguir sumando experiencias, seguir construyendo recuerdos y reforzar aprendizajes que trascienden el terreno de juego. Cada edición es otra oportunidad para comprobar que la verdadera victoria no está en el marcador.