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«Alguna vez ya habíamos intentado organizar un encuentro así, pero se nos hacía complicado hallar elementos que fuesen específicamente marinos o estrechamente ligados al mar. No tenemos constancia de que haya demasiados en el territorio», explica Teresa Villagran, cap de colla de los Gegants de Salou que este 22 de noviembre han celebrado la primera Trobada d'Elements Festius Marins en la plaza de las Comunitats Autònomes y el paseo Jaume I. La cita ha abierto la programación de actos de la tradicional Festa del Calamar, referente del pasado marinero del municipio y profundamente arraigada, que este 2025 celebra 50 años.

Nadie ha querido perderse este cumpleaños especial. El evento ha logrado reunir hasta siete de estos elementos o grupos acuáticos: la Tortuga de Foc del Vendrell, la Carpa Juanita i el Porró de Vilanova i la Geltrú, la Morena de Salou, el Xaloc de Salou, el Cavall de Mar de L'Hospitalet de l'Infant, la Clementina del Port de Tarragona y el BetiEd, el pulpo de dos cabezas que fue un proyecto de los alumnos del Institut Jaume I que «llevaba años sin salir y ha vuelto». 

Durante unos minutos, ha parecido que el mar se tragaba el paseo y escupía enormes animales marinos. La Carpa Juanita i el Porró encabezando la marcha con sus escamas naranjas. La Tortuga, que ha dejado de lado el fuego y ha avanzado echando pompas por la boca. Y la Morena, en plena adolescencia -sigue celebrando sus primeros 15 años de vida- luciendo juego de dientes. David Martí, su cap de colla, explica: «La Trobada d'Elements Marins es un homenaje a la Festa del Calamar y aprovecha, también, que este año Salou es la Capital de la Cultura Catalana. Nos encargaron idear nuevos encuentros y este, impulsado por la Colla de Gegants, es uno». 

Un encuentro para siempre

Esta singular cercavila «claro que querríamos que tenga continuidad», apunta Martí, que indica que «más allá de este 50 aniversario, siempre es una alegría poder invitar a otras colles». Y explica lo que significa para los salouenses la Festa del Calamar, que justo acaba de empezar: «Ha tenido una evolución a lo largo del tiempo. Hace 50 años, Salou era un pueblo muy marinero donde todavía había mucha gente que se dedicaba a la pesca. Ahora, creo que hace un par de años que el último pescador de Salou ya no pesca y esto es algo más folclórico, de juntarse con las barcas para salir y participar en el concurso, ver quién pesca más y quién coge el más grande». 

«Por la gente de Salou de toda la vida, la Festa del Calamar es algo muy querido porque al final siempre hay un tío, un primo o un abuelo que ha participado en la pesca. La Trobada d'Elements Marins también quiere recordar eso», concluye el cap de colla de la Morena de Salou.