Categoría
Costa
Antetítulo
Gastronomía
Título
Calafell se pone dulce
Subtítulo
Impulsa el equipo español para el campeonato europeo de pastelería en Paris
Autores
José Manuel Baselga
Redactor de Costa al Baix Penedès

Imagen Principal
El equipo español de pastelería
El equipo español de pastelería
Artículo

La cocina española se ha ganado un puesto a nivel mundial. Buen producto y cocineros han colocado la gastronomía del país en un referente y una atracción social, cultural, económica y turística.

Pero ¿y la pastelería? Pese a tener el mismo nivel, no ha logrado la repercusión y reconocimiento internacional. Es todavía muy desconocida pese a que cada año se revalidan títulos como el mejor chocolatero, el mejor panetone o el mejor cruasán, por delante incluso de los franceses.

Hace 15 años que España no se presenta al campeonato europeo que se disputará en enero en París y que daría acceso a la Copa del mundo de 2027. Y esa ausencia es perder oportunidades de promoción y atracción.

Este año se ha conformado un equipo que representará al país en la competición más exigente en pastelería. Para ello se constituyó en Calafell la Asociación Nacional de Pastelería y donde desde hace meses se prepara el campeonato ideando elaboraciones, diseñando creaciones, moldeando caramelo y chocolate....

El equipo

El equipo está formado por dos pasteleros de Calafell. Son Marcos Díaz (mejor maestro pastelero de España 2022) como capitan y que opta a candidato de chocolate y Jordi Guillem (subcampeón del mundo de heladería 2018) como delegado.

También están Albert Soler (campeón de España de heladería 2019) y que es candidadto de heladería y Antoni Pons (accessit al mejor artesano innovador 219) como candidato de azúcar.

El equipo lleva meses preparándose. En París y en cinco horas ante un jurado experto, deberán crear una escultura de chocolate, una tarta helada, una escultura de caramelo, un postre gastronómico en plato, una escultura de hielo, una tarta de chocolate ‘pure origin’ y un escaparate final con todo.

Han sido muchas horas para decidir el tema de las esculturas, que se mantienen en secreto, «pero que sorprenderán», explica Marcos Díaz mientras Antoni Pons muestra cómo un pegote de caramelo se convierte en un delicado lazo al que trata como en una mesa de quirófano aplicando el calor preciso con una lámpara o estirando al milímetro.

El caramelo, el hielo, el chocolate exige de una gran precisión. Tanta como la perfecta combinación de sabores para el paso a la final mundial. «El recorrido comenzó hace tres años y le meta está en 2027», explica Díaz.

A medida que se acerca la fecha de la European Pastry Cupo 2026 todo debe estar perfectamente calibrado y coordinado. «La idea es sorprender con alguna técnica nueva. Que el jurado diga ¿cómo ha hecho eso?».

Más de una década sin que la pastelería española esté en el escaparate de un torneo mundial tiene el reto de demostrar la calidad. Porque los miembros del equipo señalan que supone tener un retorno en forma de un turismo de calidad que busca eexperiencias.

«Hay mucha gente que visita países para acudir a restaurantes. También a pastelerías. Lograr llegar ala final ya genera un retorno más allá del reconocimiento personal.

Francia e Italia

Hoy en día Italia y Francia son los rivales a batir en los campeonatos de pastelería. «Pero si después de 15 años vamos al campeonato es para hacer podium que de paso al mundial».

Más allá del capeonato de París, el objetivo de la Asociación Nacional de Pastelería constituida en Calafell es mantenerse como punto para promover el arte pastelero, formar a profesionales y aficionados, innovar e investigar en pastelería, promocionar el producto local y sostenible, colaborar con entidades del sector gastronómico y una representación institucional del sector.

En este sentido también reclaman la colaboración de las administraciones para impulsar la pastelería como potencial turístico y económico del país.