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El equipo de Cristóbal Parralo volvió a mostrarse ordenado y competitivo, aunque sin profundidad ni presencia ofensiva. Las dos maderas del Villarreal B marcaron el sufrimiento de un Nàstic que dio por bueno el punto desde muy pronto.
Los titulares
Dani Rebollo – Seguro: Arriesgó en alguna acción en la primera mitad, pero se mantuvo sobrio. En las jugadas al poste, no pudo hacer más.
Sergio Santos – Mejorado: Sufrió en la primera mitad por su banda, aunque tras el descanso creció y acabó mostrando firmeza.
David Alba – Patriarca: Excelente en la anticipación y siempre atento. Le exigieron mucho, pero respondió con creces.
César Morgado – Sobrio: Buen partido, seguro en defensa y correcto en la salida. La pareja con Alba se consolida.
Moi Delgado – Creciente: Se le puede pedir más en ataque, pero en la segunda mitad fue un muro defensivo. Mejoró como todo el equipo.
Marc Montalvo – Físico: Duelo exigente. Se ofreció cuanto pudo y estuvo muy atento a las llegadas del rival.
Óscar Sanz – Líder: Mucho mejor tras el descanso. Como capitán, sostuvo al equipo atrás e inició muchas jugadas buscando a Baselga.
Pau Martínez – Temeroso: Desde el extremo debe encarar más. Le faltó convicción.
Jaume Jardí – Desapercibido: Volvió a jugar por la izquierda y sigue incómodo. Sin profundidad ni influencia.
Álex Jiménez – Voluntarioso: Bien en la combinación y la entrega, pero le faltó ser punzante dentro del área. Recuperó la titularidad.
Marcos Baselga – Referente: No encontró el gol, pero ofreció ayudas valiosas bajando a recibir de espaldas.
Cedric – Deambulante: Se movió sin rumbo entre los centrales y apenas apareció.
Juncà – Exigido: Pocos minutos, pero mostró lucha e intensidad defensiva.
Juanda – Frío: No entró demasiado en juego.
Mangel – Intrascendente: Entró para asegurar el punto y lo hizo sin errores, pero sin impacto.
Cristóbal Parralo – Conformista: El equipo apenas generó peligro y dio sensación de conformarse con el empate desde el inicio.