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Qué tienen en común unos pañales, el calzado deportivo con cámaras de aire y el teflón de las sartenes? Todos ellos son productos de consumo que fueron conceptualizados gracias a tecnologías desarrolladas en un entorno a priori totalmente desconectado, el aeroespacial.

De este sector se han generado multitud de tecnologías que se han aplicado fuera de su ámbito de origen en productos como los mencionados (tejido absorbente que ha derivado en los pañales, el calzado deportivo con cámara de aire que utiliza una tecnología de las botas del Apolo para amortiguar el impacto de las pisadas, los cristales de gafas que no se rayan derivados de un descubrimiento realizado por la NASA de un revestimiento de carbono para los cascos de los astronautas) o de otros, como el mismo GPS que se utiliza en los vehículos.

A menudo las empresas de mayor impacto surgen del cruce entre tecnologías o negocios a priori pertenecientes a mundos opuestos. Algunos de los grandes avances de la humanidad han aflorado de la interacción, del fuego cruzado de ideas entre científicos de diferentes disciplinas y artistas. Una de las claves reside en generar la atmósfera adecuada para que este talento conecte, interactúe, en definitiva, se hibride.

Vivimos en tiempos de hibridación. Los retos mayúsculos a los que se enfrenta la humanidad requieren no solo de una acción conjunta sino diversa. Si nos fijamos en la obesidad infantil visualizamos un desafío que el sector salud por sí solo difícilmente puede resolver. Necesita de la acción coordinada de sectores como la alimentación, el deporte o la educación.

El 4 de diciembre en Tarragona, en el marco del Cluster Day, dialogaremos sobre cómo leer el futuro, sobre qué segmentos de negocio crecerán más, sobre empresas multidisclipinares que entendieron que lo importante no es definirte por lo que has hecho en el pasado sino por las capacidades que te permiten explorar nuevos horizontes. Intercambiaremos conocimientos entre sectores distintos y lo haremos en el contexto de la metodología de los clústers, por definición, territorios de intersección.

Catalunya cuenta con una larga tradición clúster de más de tres décadas. Una tradición que pivota en el trabajo público-privado, en entender que no hay sectores buenos ni malos sino estrategias ganadoras y obsoletas en todos los sectores. Una historia de hibridación interclúster para construir proyectos transformadores a través de aglutinar disciplinas. En definitiva, una historia de competitividad para generar prosperidad compartida.