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Redactora de Reus
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La plataforma Aturem els Molins ha logrado reunir más de 2.500 firmas de vecinos de toda la comarca que apoyan este movimiento vecinal para evitar la implantación del proyecto de energías renovables en la llanura del Baix Camp.
Por su parte, los cuatro ayuntamientos de los pueblos más afectados por el proyecto ya han presentado su segundo informe jurídico y de valoración ambiental, en el que detallan sus argumentos contrarios a la construcción. Riudecanyes, Montbrió del Camp, Vinyols y Riudoms fueron los primeros en posicionarse cuando se hizo pública la propuesta de instalar estos molinos, y han continuado con esta segunda ofensiva administrativa para intentar impedir que el proyecto siga adelante.
Posicionamiento firme de la ciudadanía
Durante todo el fin de semana, varios pueblos del Baix Camp acogieron puntos de recogida de firmas para que la ciudadanía pudiera mostrar su apoyo a la plataforma. Hubo puntos en Riudoms, Vinyols, Montbrió, Riudecanyes, Botarell y Cambrils, entre otros. En total, han conseguido más de 2.500 firmas.
Estas firmas sirven como muestra de apoyo a la agrupación y a la alegación conjunta que han preparado para presentar a la Generalitat. También existen alegaciones particulares, que no se pueden contabilizar porque son documentos presentados de forma individual. Aun así, desde la plataforma aseguran que han recibido decenas. El plazo para presentarlas finaliza este martes.
“La acogida nos ha servido para ver que la gente está muy interesada en evitar que este proyecto salga adelante. No quieren perder su casa, no quieren que les toquen la finca o el mas... No quieren perder el negocio ni las tierras donde cultivan o pastan”, ha explicado Pau Arasa, portavoz de la plataforma.
Las firmas recogidas ya se han entregado a los distintos ayuntamientos implicados en la lucha contra los molinos. Serán los consistorios quienes las harán llegar a la Generalitat, encargada de tramitar los permisos para aprobar o frenar el proyecto.
En cuanto a la alegación conjunta, la plataforma señala aspectos como la falta de rigor en los estudios de impacto ambiental, la afectación sonora o las distancias de seguridad. Además, alertan de que el proyecto podría afectar al águila perdicera.
Tesera Energía y Mevak Energía proyectan seis aerogeneradores de 180 metros de altura —sumando torre y palas— en Montbrió del Camp y Riudecanyes. La electricidad generada se transportará hasta una nueva subestación situada en Montbrió del Camp y, desde allí, se levantará una línea de alta tensión de 66 kV hasta la subestación del complejo petroquímico de La Pobla de Mafumet (Tarragonès). La línea aérea tendría 91 torres de más de 20 metros, excepto un tramo soterrado entre Reus y Constantí.
El portavoz de la plataforma ha advertido que el parque “aniquila de facto los dos motores económicos de la comarca”. Por un lado, la agricultura, ya que gran parte del terreno donde se quieren instalar los aerogeneradores acoge explotaciones agrarias y ganaderas: “Son fincas muy pequeñas. Si las tienen que dividir con los molinos o con los caminos de acceso, estos terrenos dejarán de ser viables”, lamenta Toni Llaberia, también miembro de la plataforma. “Implicará la destrucción de una zona protegida de gran singularidad, porque hay muchos árboles centenarios, zonas de denominación de origen protegida y una gran diversidad de producciones: aceite, viña, fruta, algarroba, frutos secos, huerta, cítricos, granjas.” Por otro lado, asegura que el proyecto “impacta en el turismo” por la “pérdida de valor paisajístico”.
Además, la plataforma denuncia que considera que el proyecto es un “fraude de ley”, ya que la central eólica se ha dividido en seis proyectos —uno por cada aerogenerador— a pesar de tratarse de un único parque. También sospechan que, en un futuro, podría ampliarse el número de molinos, puesto que la línea de evacuación está “sobredimensionada”. “No es un proyecto ni normal ni habitual: molinos de 180 metros de altura que nunca se han colocado en tierra firme, siempre han ido al mar. No hay manera de entenderlo”, lamentaba Llaberia.
Finalmente, denuncian que la electricidad generada “no irá al abastecimiento público, sino que será utilizada únicamente por las empresas del polígono petroquímico”. “Una vez más vemos cómo se pretende destruir el territorio para el lucro privado sin tener en cuenta a las personas que vivimos en él”, ha concluido Arasa.
Por su parte, y en paralelo al trabajo llevado a cabo por la ciudadanía, los ayuntamientos de Montbrió del Camp, Riudecanyes, Vinyols i els Arcs y Riudoms han aprobado los informes en contra de Tesera Energía en sus términos municipales. Lo han hecho este lunes y martes a través de juntas de gobierno extraordinarias.
En concreto, cada ayuntamiento ha aprobado un informe jurídico y un informe ambiental. Los han elaborado expertos en estas materias, contratados con el objetivo de disponer de informes lo más sólidos posible para rechazar y detener este proyecto energético.
Entre los argumentos se encuentran que el proyecto contradice, o no se ajusta, a los planeamientos urbanísticos municipales; que no se justifica la ocupación indiscriminada de suelo agrícola y de un paisaje rural para intereses privados; o que los municipios afectados no están definidos como un espacio prioritario para instalar líneas de evacuación o transporte.
Ahora, estos informes se trasladarán al Departament de Territori de la Generalitat, ya que es la Generalitat quien tiene la competencia para decidir si los molinos de viento y la red eléctrica que quiere construir la empresa pueden llevarse a cabo o no. En este sentido, a partir de ahora, estos cuatro municipios intensificarán las gestiones con la Generalitat para intentar detener el proyecto. Es un proceso que probablemente se prolongará más de dos años.
Los vecinos han entregado las firmas que se han recogido a sus ayuntamientos, en este caso en Montbrió.
