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«Trabajar con arena es un poco más difícil que con otros materiales. Es más frágil, pero suele salir de ella algo bonito. Y, al final, el belén es efímero: lo que hacemos no se queda para siempre, sino que se recicla y se convierte en otra cosa, y eso también lo hace mágico y especial», explica Radovan Zivny, de República Checa, desde lo alto de una gran montaña de arena en el Parc del Pinar del Perruquet. 

Es uno entre la decena de artistas, algunos de ellos internacionales, que se emplean a fondo en dar forma al Pessebre de Sorra de La Pineda. Ya estuvo el año pasado. «Viene un montón de gente, nos pregunta cómo lo hemos hecho y mira cada detalle», recuerda.

El nuevo grupo escultórico se está creando esta vez a partir de 350 metros cúbicos de arena y abarcará unos 400 metros cuadrados de superficie. Todo tiene que estar listo para el 6 de diciembre, cuando se hará la apertura al público.

Los escultores son llegados de Bélgica, Irlanda, Italia, Países Bajos, Letonia, República Checa y Catalunya, tal como detalló el Ayuntamiento en la presentación de la programación de Navidad. «Comenzamos el domingo y estaremos esculpiendo hasta el sábado», precisa Núria Vallverdú, coordinadora del Pessebre de Sorra, que indica que «en cuanto a dimensiones, será como el año pasado, cuando lo hicimos mayor que nunca».

«Esto es de alguna forma, como una obra. Al principio, se hacen unos encofrados de madera y se compacta la arena con el objetivo de que quede dura y no se deshaga tan rápidamente. Luego, los vamos quitando progresivamente y vamos esculpiendo de arriba hacia abajo», apunta Mario Hernández, otro de los artistas con una larga trayectoria en esta cita, que indica que «es el mismo principio que los cubos de arena de los niños en la playa, cuando se les añade agua, pero a escala mucho mayor».

«La escultura siempre es difícil y aquí, con tanta superficie, aún lo es un poco más», señala Hernández, profesor de arquitectura. Pasará los próximos días dedicado a ello. «Estaremos aquí muchas horas hasta terminar», precisa, y expresa que «esculpir es un arte y un placer, y es también algo que nos mueve». Y es que «conseguir la forma que uno quiere es un reto y da una gran satisfacción». Sobre la singularidad del Pessebre de Sorra, dice que «hay otros, pero, de esta magnitud, cuesta encontrarlos».

En 2024, el Pessebre de Sorra de La Pineda celebró su 25º aniversario con notable éxito. Cerró la Navidad con más de 240.000 visitantes, una cifra récord. En jornadas de máxima afluencia, el belén recibió a más de 10.000 personas y llegó a alcanzar las 25.000, la mayoría del Camp de Tarragona aunque también de otros puntos de Catalunya y de Aragón. En esta ocasión, la obra en el Parc del Pinar del Perruquet podrá verse finalizada a partir del 6 de diciembre y permanecerá abierta todo el día hasta el 6 de enero.