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La Fiscalía Europea coordina una amplia operación en Bruselas y Brujas por presuntas irregularidades en la adjudicación de un programa de formación diplomática, en el marco de una investigación por presunto fraude en la gestión de fondos comunitarios. Hay tres personas detenidas, uno de las cuales es Federica Mogherini, ex “ministra” de Asuntos Exteriores de la Unión Europea y rectora del Colegio de Europa.
Otro de los detenidos es Stefano Sannino, diplomático italiano, exsecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) entre 2021 y 2025, es uno de los altos funcionarios más influyentes de la estructura diplomática europea en la última década. El tercer detenido es un directivo del Colegio de Europa. El caso abre un nuevo debate sobre los controles internos y la transparencia en el uso de fondos comunitarios.
La operación, dirigida por la Fiscalía Europea (EPPO), incluyó registros en la sede del Servicio Europeo de Acción Exterior, en distintos domicilios particulares y en las instalaciones del Colegio de Europa en Brujas, institución académica de referencia que Mogherini dirige desde 2020, cuando fue relevada por Josep Borrell al frente de la diplomacia europea.
La investigación gira en torno a la adjudicación del programa EU Diplomatic Academy, un proyecto piloto lanzado para el curso 2021-2022 para unificar la formación de jóvenes diplomáticos europeos. El contrato fue otorgado al Colegio de Europa, pero la EPPO sospecha que se filtró información confidencial antes de la licitación, vulnerando las reglas de competencia y, potencialmente, la legislación europea sobre contratación pública.
Los indicios apuntan a posibles delitos de fraude, corrupción, conflicto de intereses y revelación de secretos profesionales. Aunque la investigación sigue abierta, la EPPO considera que pudo existir una coordinación irregular para favorecer al centro académico con sede en Brujas en un proceso financiado íntegramente con fondos de la UE.
La EPPO continuará analizando la documentación incautada y tomando declaraciones en las próximas semanas.
El caso reviste especial relevancia por el perfil público de los implicados y por el papel estratégico tanto del SEAE como del Colegio de Europa. Fundado en 1949, el Colegio es uno de los principales centros de formación de las élites administrativas y diplomáticas europeas. Sus programas influyen de manera directa en el desarrollo de la política exterior del bloque. La detención de su rectora, figura ampliamente reconocida en la escena internacional, supone un golpe para la credibilidad de la institución.
La dimensión institucional del escándalo también afecta a la propia arquitectura diplomática europea. El SEAE, actor clave en la gestión de crisis internacionales y en la definición de la postura exterior común, queda ahora bajo un foco especialmente crítico. La investigación podría conducir a revisiones internas de sus procedimientos de contratación, así como del control sobre la asignación y fiscalización de fondos destinados a proyectos estratégicos.
A la espera de las conclusiones judiciales, las autoridades recuerdan que todos los detenidos mantienen la presunción de inocencia. Sin embargo, el impacto político y mediático ya es palpable. El caso reabre el debate sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de transparencia y supervisión en el ámbito comunitario, especialmente en sectores tan sensibles como la formación diplomática.