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Deberían ser unos consultores esenciales para cualquier administración. Conocen sus necesidades y las de sus familias y amigos. Porque ellos están en las calles, en las escuelas, equipos deportivos, entidades y tienen la experiencia de primera mano, sin tamices ideológicos. Pero no se les escucha, pese a que tienen mucho que aportar.

En El Vendrell se ha constituido el Consejo de niños que nace con la intención de ser un órgano participativo de la sociedad del el municipio. Está formado por dos estudiantes de quinto curso y dos de sexto de cada escuela del municipio que han sido escogidos en cada centro.

Los representantes son de las escuelas Àngel Guimerà, Àngel de Tobies, Marta Mata, Àngels Garriga, Pau Casals, Coma-ruga, Sagrat Cor y el Centro de educación especial Garbí. En total 30 representantes de los más jóvenes de El Vendrell para mostrar sus voces.

Participación

El objetivo es fomentar la participación activa de los niños en la vida municipal, promover el diálogo «y contribuir a la construcción de un municipio más inclusivo y consciente de las necesidades y perspectivas de la infancia», aseguran en el Ayuntamiento.

Sin embargo similares iniciativas en los últimos años han quedado en buenas intenciones y los más jóvenes han visto como sus propuestas y necesidades han acabado en cajones, dejando en el olvido anteriores consejos infantiles.

Ahora se asegura que será diferente y que habrá un mantenimiento anual. El Consejo de niños nace con el objetivo de reunirse un lunes al mes con un total de siete sesiones al año y en la sala polivalente de la escuela municipal de música Pau Casals.

Dos plenos

De momento habrá dos plenos. Uno el de constitución celebrado este lunes y otro el próximo 8 de junio em el auditorio del Tívoli, donde los jóvenes representantes de la sociedad civil presentarán propuestas y conclusiones sobre sus ideas tras un debate en sus centros. La dinamización del consejo está conducida por la empresa Descoberta, especializada en procesos participativos con infancia y adolescencia.

La concejal de Juventud, Mariona Figueras, señala que «es un paso en la participación , la escucha y el reconocimiento de los niños como ciudadanos de pleno derecho».

Destaca que ese consejo debe ser un espacio para pensar , proponer y expresar. Pero también debería ser para escuchar y atender a quien plantea ideas desde un sector pocas veces atendido en el diseño de las ciudades. Figueres asegura que «nos comprometemos a escuchar y a tener en cuenta».