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Las 39 explotaciones porcinas situadas en un radio de 20 kilómetros del foco de peste porcina africana (PPA) deberán permanecer confinadas durante al menos 12 meses y sometidas a “duros controles” de la llamada policía sanitaria, según ha explicado el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Emilio García Muro.
Aunque no ha concretado cuánto tiempo podrían durar las restricciones a las exportaciones de porcino fuera de la Unión Europea, el Gobierno español ha confirmado que los mercados chino y japonés están completamente cerrados por ahora, a la espera de que la situación evolucione.
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, ha anunciado además la prohibición de cualquier tipo de actividad humana en un radio de 6 kilómetros desde el punto donde se han detectado los casos. Ordeig ha detallado que esta medida implica la suspensión de actividades de ocio y deportivas, la prohibición de la caza y la paralización de los trabajos forestales.
Entre los 6 y los 20 kilómetros del foco también habrá restricciones en actividades recreativas, cinegéticas y forestales para facilitar las labores de control. “Quedan restringidas las actividades en el Parc Natural de Collserola”, ha precisado el conseller. Estas limitaciones se están coordinando con Agents Rurals, Mossos d'Esquadra, Seprona y otros cuerpos competentes.
Ordeig ha asegurado que trabajarán “las 24 horas del día hasta nuevo aviso” sobre el terreno, desplegando trampas, jaulas y vallados perimetrales para evitar que la enfermedad se extienda. Además, se utilizarán repelentes y todos los medios disponibles para intentar contener la propagación en estas primeras horas.
Control en las granjas
El conseller ha pedido la colaboración ciudadana y ha advertido que cualquier persona que encuentre un animal muerto en la zona debe llamar al 112. Ha recordado también que la enfermedad no afecta a las personas, ni por contacto ni por consumo.
La Generalitat ha iniciado ya un proceso de control en las 39 granjas situadas dentro del perímetro de 20 kilómetros y ha reforzado las medidas de bioseguridad para impedir que el virus entre en las explotaciones. “Las próximas horas serán muy, muy importantes”, ha concluido Ordeig.