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Como la mayoría de socios de la Cooperativa Agrícola de Vila-seca, Carme Salvadó (Vila-seca, 1969) lleva la payesía en el ADN. Aunque ha desarrollado su carrera profesional en otros terrenos, siempre ha seguido conectada con el campo, echando una mano en la finca familiar. «Buena parte de los socios lo son por tradición familiar. Mantenemos un vínculo emocional con las tierras que trabajamos en horas libres y fines de semana», cuenta. Desde el año pasado, se convirtió en la primera mujer en presidir la Cooperativa, un cargo que ya ostentaron antes su padre y su abuelo.

¿Con qué objetivo nace el Festival de l’Oli de Vila-seca?

En primer lugar, queremos dar apoyo, coraje y ánimo al sector primario de nuestro municipio. Rendir homenaje a los payeses que con su trabajo evitan la desertización, el abandono de campos y mantienen su compromiso con la alimentación y el territorio. En segundo lugar, queremos poner en valor la fuerza del cooperativismo y los productos de la tierra, promoviendo el consumo local y de temporada.

¿Está siendo una buena cosecha la de este año?

Es extraordinaria, tanto en cantidad y rendimiento, como en el resultado de un aceite bien construido, con todas sus propiedades gustativas bien distribuidas entre amargo, dulce y picante.

El chef Eduard Xatruch participará con una charla. No puede haber mejor embajador.

A parte de un extraordinario cocinero, Eduard Xatruch es una persona totalmente comprometida con el territorio y con los productos de calidad. De raíces payesas, no olvida su identidad, el entorno que le ha visto crecer y promueve y remarca la excelencia del aceite virgen extra DOP Siurana sin tapujos. Tenemos el mejor aceite de oliva del mundo, el más gustoso y sabroso.

¿En qué momento se encuentra la Cooperativa Agrícola?

Actualmente, tenemos unos 240 socios, de los que la mitad son socios colaboradores y el otro 50%, socios productores. En estos momentos, la actividad se ve reducida a la algarroba y la oliva. También tenemos actividad comercial con la Agrobotiga, donde vendemos nuestro aceite de oliva virgen extra Escomes DOP Siurana y otros productos de proximidad.

Vila-seca ha perdido mucho suelo agrícola en pocos años.

Hasta la década de los 60, Vila-seca era un pueblo rural, con algunas pequeñas industrias de elaboración de productos derivados del campo. Desgraciadamente, con el paso de los años la payesía se ha visto reducida de manera drástica. El territorio ha sufrido una gran transformación con la llegada de las industrias, establecimientos turísticos y todas las infraestructuras que eso comporta. Nuestro paisaje y entorno han cambiado y la superficie agrícola útil ha disminuido de forma extraordinaria.

El relevo generacional es otra gran barrera para el sector.

Los jóvenes buscan alternativas que les proporcionen más beneficios económicos, con más estabilidad, y Vila-seca no es la excepción. Por eso desde la Cooperativa impulsamos la creación de un registro de tierras, que pone en contacto a los demandantes y ofertantes de fincas agrícolas. Es una manera de promover la recuperación de tierras abandonadas y el relevo de las tierras en activo.

¿Qué papel tiene la mujer hoy en día en el campo?

La mujer siempre ha trabajado en el mundo rural, pero bajo la sombra del hombre. Muchas trabajaban en casa y, siempre que era necesario, también en el campo. Aunque hoy en día las mujeres ya no están bajo la sombra de sus parejas y trabajan de forma activa la tierra, la desigualdad de género continúa muy presente. Solo una de cada cuatro explotaciones agrarias en Catalunya está en manos de mujeres y la ocupación femenina en el sector es del 20%.

Ya lleva más de un año en el cargo, ¿qué retos tiene por delante?

Nos gustaría poder garantizar la viabilidad de la Cooperativa. Se necesita hacer malabarismos, ya que esta actividad tiene una baja densidad de población que trabaja y una media de edad muy elevada. Los payeses y las payesas han sido guardianes de nuestro territorio. No solo nos proveen de alimentos, sino que gestionan el territorio y la diversidad, forjan nuestra identidad y son un pozo de sabiduría. Una sociedad que abandona la tierra, es una sociedad desarraigada. Queremos conseguir que vilasecanos que por diversos motivos llevan sus cosechas a otros sitios, vuelvan a ser miembros activos de la Cooperativa. Nuestro deseo es que la Cooperativa sea la casa de todos los payeses de Vila-seca.