Categoría

Antetítulo

Título

Subtítulo

Autores

Imagen Principal

Artículo

Son las ocho de la mañana en la industria química de Tarragona. El movimiento de trabajadores es contante a esas horas y en los Parcs Químics de Seguretat (PQS), los parques de bomberos que garantizan la seguridad del polo petroquímico, no es una excepción. Es el cambio de turno. Tras 24 horas de trabajo, los bomberos abandonan su puesto y dan el relevo a sus compañeros, que deben afrontar otro turno de 24 horas.

Uno de esos bomberos es Ivan Corredor, vecino de la Pobla de Mafumet de 50 años, y que trabaja en el Parc Químic de Seguretat del Polígono Norte del polo petroquímico tarraconense desde hace 25 años. Es decir, desde que este servicio entró en funcionamiento. Los PQS se crearon hace 25 años para dar un paso más en la seguridad de este sector en el territorio, que cuenta con el polo petroquímico más grande del sur de Europa. La idea de este servicio es proporcionar a las empresas un equipo de bomberos altamente capacitados compartido por el sector y que se dediquen a tiempo completo a garantizar la seguridad de la química.

Corredor explica que estudió una FP de electromecánica. No obstante, ejerció muy poco de electricista, ya que no le gustó el trabajo. Más adelante se pasó a la jardinería hasta que consiguió entrar en este cuerpo de bomberos. Anteriormente compaginó su trabajo de jardinero con periodos de voluntariado con la Generalitat y durante un verano estuvo contratado en las campañas forestales. Este bombero guarda unos buenos recuerdos de los inicios en los PQS. «Era una cosa novedosa, un mundo nuevo y era todo muy gratificante», explica Corredor. Además, comenta que lo mejor de su trabajo es «conocer las novedades en seguridad y poder ayudar a la formación de los trabajadores de la química».

Este bombero explica que los turnos de 24 horas «ayudan a crear una familia entre los trabajadores» y comenta que uno de los momentos más duros de su etapa profesional es cuando el cuerpo de bomberos de los PQS ha tenido que afrontar la muerte de algunos compañeros por enfermedades ajenas a su actividad laboral.

Grupo de especialistas

Ana Belén Cifuentes, presidenta de los Parcs Químics de Seguretat, afirma que «se ha conseguido un grupo especializado para luchar contra los riesgos químicos». Cifuentes explica que este cuarto de siglo de éxito es «fruto del trabajo de las empresas que tuvieron la idea de compartir su seguridad». Los PQS cuentan con tres centros repartidos a lo largo del polo petroquímico: uno se encarga del Polígono Norte, otro del Polígono Sur y el tercero se ocupa de las empresas químicas con sede en el Port de Tarragona. 

El conjunto del cuerpo cuenta con 52 trabajadores y en cada turno trabajan cuatro bomberos, un jefe de equipo, un jefe de parque y un jefe de mantenimiento en el Polígono Norte, mientras que en el Polígono Sur trabaja el mismo personal. Por otro lado, en las instalaciones del Port de Tarragona trabajan dos bomberos mientras que los jefes son compartidos con el Polígono Norte. Los PQS tienen también 24 vehículos de todo tipo a su disposición: pesados, ligeros y de rescate, entre otros. Siete de estos vehículos dan servicio al Polígono Norte, otros siete al Polígono Sur, mientras que diez se ubican en las instalaciones del Port de Tarragona.

Cifuentes comenta que el cuerpo de los Parcs Químics de Seguretat no cuenta con mujeres en sus filas. La presidenta explica que «es una cuestión que preocupa» y que «intentaremos solucionar en el futuro». Cifuentes es la primera presidenta mujer de este órgano y una de sus intenciones es potenciar el papel de las mujeres en los PQS.

La presidenta de los PQS afirma que «el cuerpo actúa según los protocolos de cada empresa», mientras que el bombero Ivan Corredor explica que, a grandes rasgos, su día a día consiste en «realizar tareas de mantenimiento en las plantas químicas y realizar formación interna». Además, «hacen simulacros constantemente». También este bombero valora muy positivamente la evolución de la química en seguridad: «los equipamientos son más seguros». Este bombero comenta que una de las claves de esta mejora en la seguridad es que «está todo más protocolizado» concluye.