Categoría
Reus
Antetítulo
Movilidad
Título
El parking del Carrefour de Reus, de pago en plena implantación de la ZBE
Subtítulo
La cadena instala barreras para activar el sistema de pago alrededor de las fiestas de Navidad. El Colegio de Abogados reclama un acuerdo para sus asociados ante la pérdida de un aparcamiento clave
Autores
Jaume Vich
Redactor

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Los operarios ya han instalado las barreras en los accesos.
Los operarios ya han instalado las barreras en los accesos.
Artículo

El aparcamiento del Carrefour será de pago en las próximas semanas, tal y como confirman fuentes de la firma francesa al Diari. De hecho, los operarios ya empezaron los trabajos necesarios en los accesos rodados con el fin de colocar las barreras y la maquinaria. El cambio se hará efectivo aproximadamente alrededor de Navidad, según explican las mismas fuentes, que no han sabido concretar la fecha exacta. La aplicación del sistema tarifario no ha trascendido pese a la insistencia del Diari. Lo más previsible es que la compañía permita estacionar el vehículo en el aparcamiento subterráneo siempre que se realice una compra mínima en el establecimiento comercial, tal y como ocurre en la mayoría de supermercados.

La conversión ha generado sorpresa, ya que provocará un cambio de hábitos en la zona, que queda fuera del límite de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El Col·legi de l'Advocacia de Reus –que tiene su sede en el mismo edificio que el hipermercado– reclama a la propiedad llegar a un acuerdo para sus asociados. «De momento no tenemos interlocutor», explica el decano del colegio, Sergi Guillén.

El parking subterráneo cuenta con 1.600 plazas y ha estado abierto al público de forma gratuita durante 37 años, desde que se inauguró Carrefour –antes Pryca–. Desde entonces, las cientos de plazas gratuitas han dado servicio a los clientes del centro comercial, pero también a los juzgados de Reus, al Instituto Gabriel Ferrater, al Institut Escola Pi del Burgar, al vecindario de la zona y a ciudadanos que dejaban allí el vehículo para hacer otros recados en la ciudad. Incluso clientes del Mercadona, situado en la otra acera de la avenida Marià Fortuny.

Se trata de un espacio privado que, en la práctica, ejercía un servicio público. Una anomalía, teniendo en cuenta que la mayoría de estacionamientos en supermercados son de pago. Por eso, el cambio alterará los planes de quienes aparcan allí habitualmente aunque no realicen ninguna compra en el hipermercado francés.

Los abogados quieren una cuota

Uno de los colectivos más afectados es el relacionado con las dependencias judiciales de Reus, situadas muy cerca. Según fuentes judiciales, 300 personas trabajan en los juzgados y se calcula que unas 800 pasan por allí a diario: abogados, trabajadores de la Administración de Justicia, jueces, fiscales, vigilantes de seguridad y todos los ciudadanos que tenían cita. «Hace 25 años que dejo el coche allí y cada vez hay más gente», relata Guillén. Ante esta situación, el decano del Colegio propone a Carrefour negociar un acuerdo para encontrar una solución equilibrada.

De entrada, Guillén plantea que el aparcamiento sea gratuito para los asociados y, si no fuera posible, están dispuestos a negociar un convenio de colaboración, con el cual la plaza les costara unos 20 euros al mes con la opción de dejar allí el vehículo de lunes a viernes. «No es el precio de mercado, pero tampoco sería gratuito. Los precios tendrían que ser atractivos», propone. El temor es que no haya alternativas en la zona porque, tal como recuerda, el aparcamiento disuasorio del Pi del Burgar está siempre lleno. Rubén, abogado, al que encontramos camino de los juzgados después de aparcar en Carrefour, dice que estaría dispuesto a pagar una pequeña cuota. A Jesús, que procede de Manresa y también tiene cita en los juzgados, le parece «bien» que sea de pago y recuerda que ya funcionan así todos los aparcamientos de otros supermercados.

El aparcamiento también lo utilizan profesores del Institut Gabriel Ferrater, a pocos metros del acceso. Dominique, docente del centro, viene cada día desde Cambrils y expresa que no le importaría pagar un precio «asequible y razonable» por usar el servicio. «Lo que me preocupa es no poder aparcar», afirma, consciente de que hay pocas plazas en esta zona de la ciudad. A la salida del aparcamiento, María, de Reus, deja su vehículo en Carrefour para ir a trabajar a la Clínica Umivale Activa Reus Roser. «Está claro que tendré que dejar de venir en coche», asegura. Ester, procedente de Tarragona, aparca en Carrefour porque acude a Reus para hacer un curso. «Me va bien porque vengo una vez a la semana y me ahorro dinero», afirma.

Al límite de la ZBE

La conversión a aparcamiento de pago coincide con la aplicación inicial de la ZBE a partir del 1 de diciembre. De hecho, el centro comercial es limítrofe con el área incluida en la nueva ordenanza de civismo que restringirá el paso a los vehículos más contaminantes

Así queda la zona alrededor del Carrefour.
Así queda la zona alrededor del Carrefour.