Categoría
Tarragona
Antetítulo
25 años de Patrimonio Mundial
Título
Tarragona estalló de euforia con el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio Mundial
Subtítulo
Hubo fuegos artificiales, el Seguici y una cena de gala en el Palau de Congressos
Autores
Núria Riu
Redactora de Tarragona

Imagen Principal
Los Gegants de la ciudad salieron de forma extraordinaria para sumarse a la celebración
Los Gegants de la ciudad salieron de forma extraordinaria para sumarse a la celebración
Artículo

«El nombre de la ciudad australiana de Cairns ha quedado para siempre asociada a la historia de Tarragona, después de que ayer la asamblea de la Unesco, allí reunida, aprobara la candidatura a Patrimonio de la Humanidad». Así empezaba la crónica del día 30 de noviembre de 2000 del Diari de Tarragona en la que se informaba del éxito conseguido, después de más de cinco años de trabajo intenso.

Tarragona sudó la gota gorda. La falta de inversión era uno de los puntos débiles de la candidatura y, desde las primeras visitas de los miembros de Icomos, en febrero de 1998, hizo falta un trabajo intenso.

Finalmente, llegó el reconocimiento. Tarraco entró en la lista del Patrimoni Mundial y la ciudad lo celebró por todo lo alto. La conmemoración arrancó a las ocho de la mañana con el lanzamiento de 21 salvas desde el Palacio Municipal. Se sumaron los barcos atracados en el Port con sus sirenas y todas las campanas de las iglesias de la ciudad. A partir de ahí, se desató una euforia a la que se sumó, de forma excepcional, el Seguici Popular, que recorrió las calles de Tarragona Un gran castillo de fuegos culminó esta primera jornada de celebraciones, a la que siguió una segunda, con una gran cena de gala en el Palau de Congressos.

El rey, Juan Carlos, firmando el libro de adhesiones de la candidatura en presencia de la reina Sofía y el presidente de la Arqueològica, Rafael Gabriel, y del alcalde Nadal. Detrás, Jordi Pujol y Ricardo Mar. El 17 de junio de 1996.
El rey, Juan Carlos, firmando el libro de adhesiones de la candidatura en presencia de la reina Sofía y el presidente de la Arqueològica, Rafael Gabriel, y del alcalde Nadal. Detrás, Jordi Pujol y Ricardo Mar. El 17 de junio de 1996.