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El Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca y Alimentació de la Generalitat de Catalunya ha confirmado cuatro nuevos casos de jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA) en la sierra de Collserola, exactamente en la misma zona donde esta semana se detectaron los dos primeros animales infectados. Con estos seis casos, Catalunya afronta el primer brote de la enfermedad en España desde 1994, lo que ha llevado al Govern a activar un amplio dispositivo de emergencia para evitar su propagación.
Dos perímetros de contención: 6 y 20 kilómetros
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, explicó que los análisis del laboratorio catalán CReSA y las inspecciones visuales han confirmado los positivos, pendientes aún de la validación oficial del laboratorio estatal de referencia en Madrid. Ante la gravedad del brote, se ha blindado un primer perímetro de seis kilómetros alrededor del foco detectado en Cerdanyola del Vallès, considerado “Zona de Infección”.
En esa área quedan cerrados todos los accesos al medio natural, se prohíben la caza y los trabajos forestales, se instalan barreras físicas y químicas, y se colocan trampas para controlar la población de jabalíes. También queda prohibida cualquier actividad en zona rústica. Esta zona afecta a doce municipios del Vallès y sus alrededores, entre ellos Sabadell, Sant Cugat del Vallès, Terrassa, Rubí y Montcada i Reixac.
Además, se ha delimitado una “Zona de Vigilancia” de 20 kilómetros que abarca 64 municipios adicionales. En este segundo perímetro, que incluye todo el Parc de Collserola y áreas de comarcas como el Barcelonès, el Maresme o el Baix Llobregat, se restringen las actividades de ocio al aire libre, la caza y todas aquellas que puedan interferir en las tareas de control y bioseguridad.
Ordeig pidió “máxima responsabilidad” y solicitó evitar Collserola este fin de semana: “Un vehículo, una bicicleta o una simple trepitada de material contaminado puede dispersar la enfermedad”. Según el conseller, no es posible vigilar físicamente toda la zona de 20 kilómetros, por lo que apela a la prudencia ciudadana.
La Generalitat ha pedido a los ayuntamientos extremar la limpieza de papeleras y contenedores, situar las zonas de alimentación de gatos en lugares elevados, evitar alimentar a los jabalíes y cerrar las áreas de picnic. Si alguien encuentra un jabalí muerto, debe llamar al 112 y no tocarlo bajo ningún concepto.
De momento, el Govern asegura que no hay contagios en granjas, aunque 39 explotaciones porcinas cercanas al foco permanecen confinadas preventivamente. Como medida inmediata, se han suspendido todas las exportaciones porcinas a países fuera de la Unión Europea.
“El impacto económico será grande”, admitió Ordeig, recordando que Cataluña exporta cada año productos porcinos por valor de unos 1.000 millones de euros a mercados extracomunitarios, dentro de un sector que genera unos 3.000 millones de euros anuales.
A nivel estatal, el sector porcino español mueve más de 8.000 millones de euros en exportaciones, y solo China adquiere productos por valor de unos 1.000 millones. El brote ya ha provocado el bloqueo de unos 120 certificados sanitarios destinados a cerca de 40 países, aunque China ha aceptado la propuesta de “regionalización” y seguirá importando productos procedentes de otras zonas del Estado no afectadas.
La PPA es una enfermedad vírica altamente contagiosa entre el jabalí europeo y el cerdo doméstico, con una elevada mortalidad. No se transmite a los humanos ni supone un riesgo para la salud por el consumo de carne de cerdo.
La Generalitat insiste en que su prioridad es contener el foco de Cerdanyola del Vallès y evitar que se expanda: “La situación es grave y debemos gestionarla de la mejor forma posible”, reiteró Ordeig. Para ello se trabaja de forma coordinada con agentes rurales, Mossos d’Esquadra, SEPRONA, laboratorios y técnicos de sanidad animal.
Mientras avanzan las investigaciones en Catalunya y Madrid, las autoridades continúan reforzando los controles y piden a la población colaboración estricta para frenar la expansión del virus.