Categoría

Antetítulo

Título

Subtítulo

Autores

Imagen Principal

Artículo

Calafell extiende los sistemas de retención de arena como medida para hacer más resistentes a las playas frente al impacto de los temporales.

La iniciativa de los los captadores de arena que impulsa hace unos años es efectiva, como confirma un seguimiento realizado por la Universitat de Girona durante cinco años.

En ese periodo ha podido ganarse 2.000 m3 de sedimento. Principalmente es en volumen de playa (altura) y no tanto en anchura. Pero resulta esencial para que la playa frene la fuerza de las mareas impidiendo que lleguen a la trama urbana y también minimizando la erosión.

Esa acumulación de arena facilita además que de manera natural se resitúe en los tramos más afectados por la erosión. Y llegado el caso es un reservorio de sedimento que puede desplazarse mecánicamente donde haga falta.

Los beneficios han valido para que la Unión Europea financie parte de la colocación de los retenedores de arena. Son encañizados que frenan el sedimento arrastrado por el viento y que en pocos días muestran su efectividad. Calafell recibirá una ayuda de 267.000 euros para impulsar ese sistema.

En toda la playa

Los captadores se colocan a lo largo de toda la playa. Los que están en zona de baño se retiran en la temporada turística y los de las zonas acordonadas de protección dunar permanecen todo el año.

El proyecto europeo Dunas Urbanas y Adaptación litoral (DUAL) tiene un presupuesto de un millón de euros. Comparará los sistemas empleados en las playas de Calafell, en la Platera en la Costa Brava y en la de Argeles en el sur de Francia.

Los seguimientos van a cargo dela Universitat de Girona, Universidad de Perpinyà y el Conservatorio del litoral francés. Para el control se utilizarán drones que evalúen la evolución de las playas con la aplicación de los sistemas de retención. También de la participación ciudadana para la protección del litoral.

Monitorización

Carla García Lozano, de la Universitat de Girona, explica que se monitorizarán los efectos de esos sistemas naturales de protección en las tres playas para comparar resultados y cómo reacciona la costa según sus características. El estudio permitirá determinar en qué otras zonas podrían aplicarse.

En todo caso los investigadores también valoran el traslado puntual de arena entre playas contiguas. Es un sedimento que retienen los puertos y que se lleva de nuevo en camiones a la zona de donde lo ha arrastrado la marea.

Los científicos señalan que ese sisme mecánico evita la extracción del fondoi marino, lo que es muy dañino, y además es un material con las mismas características de la playa donde se realiza el vertido.