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Unos 80 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han llegado este lunes a Barcelona para incorporarse a las labores de control del brote de peste porcina africana (PPA) detectado en jabalíes del entorno del parque de Collserola, según confirmó el conseller de Agricultura, Ramaderia i Alimentació, Òscar Ordeig. El despliegue se suma a los cerca de 300 agentes que ya trabajaban en la zona para contener el foco, localizado en Cerdanyola del Vallès.

Hasta el momento, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) ha analizado unos 40 jabalíes del perímetro afectado, con dos positivos confirmados y ocho casos sospechosos. Ordeig advirtió de que “seguramente saldrán más positivos”, aunque destacó que los casos están “muy focalizados” en el mismo punto de origen, lo que evita ampliar de momento el radio de restricciones.

Vigilancia reforzada en los accesos a Collserola

El conseller explicó que este lunes valorarán “reforzar” la presencia policial en los accesos a los bosques ante los repetidos incumplimientos de las restricciones por parte de algunos ciudadanos. Recordó que el pasado domingo se desplegaron 300 efectivos —entre Mossos d’Esquadra, Agents Rurals, Guardia Urbana, ADF, Protección Civil, policías locales y Seprona— para impedir la entrada en las zonas cerradas.

“No estamos aquí para poner multas, sino para informar y señalizar que estamos en alerta sanitaria”, subrayó. El teléfono de emergencias 112 recibió el domingo 125 llamadas relacionadas con el brote.

Ordeig insistió en pedir “colaboración ciudadana”, evitando dejar basura accesible a los jabalíes y alertando de cualquier avistamiento. También defendió que será necesario reducir la población de jabalíes para minimizar riesgos, aunque recalcó que el virus no ha llegado a las granjas catalanas.

Desde Roma, el ministro de Agricultura, Luis Planas, lanzó un mensaje de “tranquilidad” respecto al consumo de carne de porcino y pidió “no bajar la guardia” para evitar que el virus alcance explotaciones ganaderas. Recordó que se trabaja en coordinación con la Generalitat desde la confirmación del foco.

Planas destacó que los análisis realizados en las últimas horas han dado resultados negativos dentro del área de vigilancia, aunque continúan en estudio nuevas muestras remitidas desde Catalunya. Subrayó como prioridades “encapsular, reducir y hacer desaparecer el foco” y proteger los mercados exteriores.

La aparición del brote ha provocado el bloqueo de unos 120 certificados sanitarios de exportación a cerca de 40 países. México y Taiwán ya han anunciado la suspensión de sus importaciones, mientras que China —principal comprador fuera de la UE— acepta la regionalización del foco y mantiene la compra de productos procedentes de fuera de la provincia de Barcelona.

El Ministerio de Agricultura ha convocado este lunes en Madrid una reunión con la Generalitat y representantes de la industria cárnica para evaluar el impacto del brote y las necesidades del sector. España es el primer productor de porcino de la Unión Europea y el tercero del mundo, con exportaciones anuales de unos 8.800 millones de euros, de los que el 60 % tienen como destino la UE.

En Catalunya, las ventas exteriores de porcino representaron en 2024 el 19,3 % de todas las exportaciones agroalimentarias.

Ordeig señaló que la hipótesis más probable sobre el origen del contagio es que “un embutido o un bocadillo contaminado llegara a la basura y un jabalí se lo comiera”, lo que explicaría el salto del virus al entorno de Collserola. El conseller afirmó que “de aquí al viernes nos jugamos el 90 % del éxito” de la contención, y advirtió de que si el brote se descontrola “será terrible” para la economía catalana y las exportaciones.

Aun así, afirmó que Catalunya es “el lugar más preparado del mundo” para afrontar un episodio de PPA por la profesionalización y modernidad de su sector porcino.