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Redactora de Reus
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La oposición al proyecto de seis parques eólicos proyectados entre Riudecanyes y Montbrió del Camp ha dado un paso adelante con la creación de la plataforma ciudadana 'Aturem els Molins', un movimiento que ya reúne a más de 500 vecinos del Baix Camp y que se ha propuesto frenar una iniciativa que consideran “desproporcionada” y “altamente lesiva” para el territorio.
Quatro de los ayuntamientos más afectados por este proyecto se opusieron de manera rotunda e inmediata en el momento de darse a conocer el planteamiento de esta obra: seis molinos de más de 150 metros de altura colocados entre Riudecanyes y Montbrió, con una línea de alta tensión de más de 30 quilómetros que llevaría la energía hasta el polígono industrial de la Pobla de Mafument.
A estos dos primeros pueblos afectados también se sumaron Riudoms y Vinyols, por donde pasa la línea de alta tensión. La plataforma nació de manera espontánea después de que estos municipios afectados difundieran la documentación del proyecto y animasen a los vecinos a presentar alegaciones. A medida que se han conocido los detalles, el malestar entre la población ha crecido. Muchos vecinos aseguran que no se han sentido informados ni escuchados y que el impacto visual, ambiental y paisajístico sería “irreversible”.
Pau Arasa es uno de los portavoces de la nueva plataforma y denuncia que la lucha no es contra las energías renovables, sino contra un modelo de implantación que consideran “agresivo” y “desconectado del territorio”: "Más allá de los molinos que trincharán el territorio, es que ni un ápice de energía que se genere aquí se quedará en la red pública, toda irá a la indústria". Reclaman una planificación que tenga en cuenta la voz de los municipios afectados y que distribuya los proyectos de manera equilibrada "alrededor del país, aquí ya nos han llenado suficiente".
El objetivo de la plataforma, como su nombre indica, es parar los molinos. Para ello, han preparado un documento genérico de alegaciones para que los vecinos puedan presentar su propio posicionamiento contra esta infraestructura.
A parte, algunos vecinos que estarán afectados de forma directa están preparando documentación más elaborada. Es el caso de Pau, que es ramadero y agricultor y le quieren colocar dos aerogeneradores a menos de un quilómetro de su finca. "Me van a trinchar completamente, si el proyecto tira para adelante, mi negocio está completamente muerto", lamenta.
Las alegaciones se están recogiendo en cada ayuntamiento hasta el día 10 de diciembre. Las puede presentar cualquier vecino, sin necesidad que esté afectado de forma directa por el proyecto de los molinos o la línea de alta tensión.