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Los ganaderos catalanes confían que las "altas" medidas de bioseguridad en las granjas impedirán que el virus de la peste porcina africana (PPA) acabe entrando. Desde el sector recuerdan que tienen vallas en todas las explotaciones, que hay un control de entrada y salida de la granja, duchas para desinfectar y control del movimiento de ganado, entre otras medidas. 

El responsable de Agricultura Ecológica en las comarcas de Girona de Unió de Pagesos, Pino Delàs, recuerda que son "víctimas" de la peste y pide "no pagar los platos rotos" del que ha pasado. Delàs señala que el problema no lo han provocado los ganaderos y lamenta que "no se están tomando medidas sobre el origen" y, en cambio, se está controlando las granjas.

Delàs se queja de las inspecciones que se han hecho en granjas próximas a Collserola, donde hay el foco de los contagios entre jabalíes, y en cambio, "no se haya mirado donde se tiene que mirar". "El que se está intentando garantizar es mirar que se pueda continuar exportando, pero a quien le han ido a mirar la ropa interior ha sido a las granjas, que no son origen del brote. Están mirando donde no toca mirar", ha remachado. Desde Unió de Pagesos también lamentan el hecho que la fauna salvaje se haya convertido "en un problema habitual", tanto por los daños en los campos que provoca como ahora por la afectación de la peste porcina africana.

Los ganaderos, muy preocupados

Delàs ha reconocido que están "muy preocupados" por las afectaciones que pueda tener en el sector "sin tener la responsabilidad". "Nos quita el sueño también la presión que ejerza la administración sobre nosotros que no tenemos las herramientas para luchar contra la PPA", ha remarcado.

Desde el sindicato señalan que, además de los campesinos, también pueden ser víctimas de esta situación los trabajadores de la industria. "Somos conscientes que el nivel socioeconómico de la gran industria alimentaria", ha remarcado Delàs, que exige que se investigue el origen y se tomen las medidas sin tener que afectar la ganadería.