Categoría
Reus
Antetítulo
Zona de Bajas Emisiones
Título
La ciencia avala las ZBE: mejoran la calidad del aire i la salud a pesar de los resultados desiguales
Subtítulo
Los estudios científicos advierten que hay que unificar criterios, reforzar el control tecnológico y estudiar mejor los impactos en colectivos vulnerables
Autores
Jaume Vich
Redactor

Imagen Principal
Senyalització de la ZBE a Reus.
Senyalització de la ZBE a Reus.
Artículo

El arranque de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Reus ha vuelto a abrir el debate sobre la efectividad de esta regulación del acceso, circulación y estacionamiento de vehículos, con la que se pretende mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones contaminantes para crear una ciudad más saludable y sostenible. En este contexto, los estudios científicos analizan desde hace tiempo, con rigor, los resultados que se derivan en las ciudades europeas que ya las han aplicado. Dos revisiones científicas, publicadas en European Transport Research Review y The Lancet Public Health, confirman que las ZBE se han convertido en una herramienta clave para reducir la contaminación urbana, pero alertan de que los efectos en la salud, aunque positivos, siguen siendo modestos y heterogéneos.

La primera revisión, publicada en la revista European Transport Research Review (Delgado-Lindeman, M.; Cordera, R.; Moura, J.L.; Rodriguez, A. (2025). Characteristics and effects of low emission zones in Europe. A systematic literature review. European Transport Research Review, 17:54), repasa 363 ZBE activas en 15 países europeos y revisa 91 estudios académicos publicados entre 2002 y 2024. Según este análisis, las ZBE reducen de manera consistente la presencia de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO₂) y las partículas en suspensión de menos de 10 micrómetros (PM10), responsables de miles de muertes prematuras. No obstante, los efectos en la salud observados hasta ahora son modestos y heterogéneos, principalmente por las grandes diferencias en el diseño y el control de las zonas. El estudio también detecta cambios positivos en la movilidad —más transporte público y más movilidad activa— y apunta que el impacto económico sobre los negocios locales es, en general, reducido.

La segunda revisión, publicada en The Lancet Public Health (Chamberlain, R.C.; Fecht, D.; Davies, B.; Laverty, A.A. (2023). Health effects of low emission and congestion charging zones: a systematic review. The Lancet Public Health, 8:e559–e574), examina 16 estudios que analizan los impactos de las ZBE y de las zonas de congestión (como el peaje urbano de Londres) sobre diversos indicadores de salud. Esta revisión concluye que las ZBE presentan la evidencia más sólida en la reducción de enfermedades cardiovasculares, aunque los resultados en otras patologías —asma, diabetes, enfermedades respiratorias o demencia— varían según la ciudad y la calidad de los datos. En cuanto a las zonas de congestión, el estudio destaca una reducción clara de los accidentes de tráfico totales, aunque el aumento de ciclistas y motoristas en circulación puede incrementar la siniestralidad de estos colectivos.

Ambas revisiones coinciden en que las ZBE funcionan, especialmente para reducir la contaminación del aire, y que sus beneficios en la salud aparecen, aunque de forma desigual. También alertan de la necesidad de unificar criterios, reforzar el control tecnológico y estudiar mejor los impactos sociales, especialmente en colectivos vulnerables.

En este sentido, el investigador postdoctoral del Departament de Geografía de la URV, Xavier Delclòs, especializado en movilidad urbana, explica que estas medidas “tienen evidencia científica en relación con la contaminación y la salud”, si bien apunta que, para que sean efectivas, “deben ir acompañadas de la promoción del transporte público, de la bicicleta y de otras políticas”. “Por sí sola tiene poco potencial de cambio”, afirma Delclòs. En esta línea, la concejala de Seguridad, Dolors Vázquez, recuerda que el despliegue de la ZBE irá acompañado de mejoras en la frecuencia de los autobuses, más estaciones de la Ganxeta y más plazas en aparcamientos disuasorios alrededor del perímetro del área restringida.