Categoría
Antetítulo
Título
Subtítulo
Autores
Redacción
Imagen Principal

Artículo
Un 4 de noviembre de 2025, hace exactamente un mes, el Nàstic anunciaba la llegada de Cristóbal Parralo al equipo. Fue una decisión consensuada por parte de una directiva que vio en el técnico cordobés a la figura ideal para reflotar al club. El conjunto grana acumulaba una mala racha de resultados con Luis César al frente, que obligó a tomar una decisión dolorosa, pero que hasta la propia afición reclamaba.
Parralo aterrizó un 4 de noviembre y solo cuatro días después debutó como entrenador grana, en el Enrique Roca de Murcia. Su estreno fue atípico, obligado a vivir el partido desde la grada debido a una sanción heredada del Racing de Ferrol. Desde lo alto, el debut no fue el mejor posible: el Nàstic mejoró, ofreció síntomas de recuperación, pero cayó por 3-2 en un partido en el que compitió, aunque la mala defensa terminó por lastrarlo.
Una semana después, Parralo se estrenó en el banquillo del Nou Estadi Costa Daurada, ante el Marbella, en un encuentro en el que solo valía ganar para no meterse en problemas serios. El conjunto grana ofreció un partido de mucho oficio y competitividad, recuperando varias señas de identidad de temporadas anteriores. Mantuvo la portería a cero y se impuso gracias al solitario tanto de Marcos Baselga, un debut en casa que desató el optimismo entre la hinchada grana.
Empate en Villarreal y dudas defensivas
El siguiente compromiso fue una visita a Villarreal, donde el Nàstic cosechó un empate a cero. Lo positivo: volvió a dejar la portería sin goles. Lo negativo: la defensa ofreció dudas y el ataque apenas generó peligro. Parralo fue crítico y reconoció que aún quedaba mucho trabajo por delante.
Este pasado fin de semana, el Nàstic volvió a jugar en casa, esta vez ante el Hércules, y terminó empatando 2-2 en un encuentro de giros inesperados. Los primeros 40 minutos fueron probablemente los mejores de la era Parralo, con un 2-0 en el marcador que parecía asegurar la victoria. Sin embargo, una doble amarilla de Jiménez en apenas tres minutos antes del descanso y un penalti transformado por Slavy tras el rechace de David Alba complicaron el encuentro. La segunda mitad se centró en resistir, y aunque el Hércules empató mediante Fran Sol, los granas lograron sumar un punto.
No fue una victoria, ni un resultado feliz, pero al menos no se perdió. Con Parralo, la realidad es clara: el Nàstic sigue en construcción. El margen de mejora es grande, pero el equipo muestra competitividad. Actualmente se encuentra en una zona media de la tabla, a solo un punto del playoff, con la quinta plaza ocupada por el Murcia con un punto más, y a tres puntos del descenso, marcado por el Antequera con 16 puntos. A nivel de resultados, el Nàstic de Parralo suma una victoria, dos empates y una derrota, es decir, cinco puntos de doce posibles.
Si comparamos el inicio de la presente temporada con Luis César, Parralo mejora sus números, aunque tampoco de manera desmesurada. Con el gallego al frente se sumaron cuatro de los primeros doce puntos posibles, es decir, solo uno menos que con el cordobés. Eso sí, el equipo desprende un sentimiento de competitividad mucho mayor y, sobre todo, ha puesto fin a esa mala racha de tres derrotas consecutivas que terminó con un KO copero y un duro 0-3 frente al Atlético Madrileño.
Parralo todavía tiene mucho trabajo por delante, porque los milagros no suceden de un día para otro. El técnico grana sigue intentando construir un nuevo Nàstic a la par que compite. No es fácil, pero su equipo cada vez transmite más identidad, y los primeros 40 minutos frente al Hércules evidenciaron que la idea va calando en un grupo que cada vez le conoce más. Si mantiene esta progresión, el conjunto tarraconense tiene margen de sobra para escalar posiciones y consolidar un proyecto sólido que la afición pueda ilusionarse en seguir.