Categoría
Tarragona
Antetítulo
Economía
Título
Más inmobiliarias que bares: la tendencia creciente en Tarragona
Subtítulo
Ya se abren más negocios del sector inmobiliario que de restauración a raíz de la fiebre por la vivienda. Algunos profesionales, expulsados tras el estallido de la burbuja, vuelven al sector tras 15 años. Influye el auge de la compraventa, la inversión extranjera y un efecto de la pandemia
Autores
Raúl Cosano
Redactor

Imagen Principal
Dos personas miran los anuncios en el escaparate de una inmobiliaria en Tarragona.
Dos personas miran los anuncios en el escaparate de una inmobiliaria en Tarragona.
Artículo

Falta de pisos para alquilar, competencia feroz entre aspirantes, compraventa disparada de viviendas y mucho inversor dispuesto a sacar tajada del mercado inmobiliario. Es el caldo de cultivo perfecto para que se dé un boom de aperturas de agencias inmobiliarias en Tarragona, a la manera de lo que sucedió en tiempos de la burbuja –y también con todos los riesgos que ello comporta–. A eso se añade el fuerte tirón en la provincia, sobre todo en la Costa Daurada, del comprador extranjero.

Esta época dorada de la vivienda se nota en la calle con la apertura cada vez más perceptible de negocios, y eso teniendo en cuenta que una buena parte de la actividad es ‘online’. El Directorio Central de Empresas (DIRCE), en su informe anual más reciente publicado por el INE, le pone cifras a este escenario. En el último año se abrieron 129 bares, por un incremento muy superior de las actividades inmobiliarias (340).

Tarragona cuenta con 4.749 locales donde agentes inmobiliarios prestan servicio, con una actividad que está repuntando por las necesidades de vivienda. Mientras, la hostelería (servicio de comidas y bebidas) tiene 5.280 negocios. Ese sector es aún superior en el global, pero el ritmo de crecimiento en torno a la actividad de la vivienda es superior. Desde 2020, el número de agencias en la provincia ha crecido un 12%, mientras que bares y restaurantes han descendido casi un 3%.

¿Es más fácil abrir una inmobiliaria que un bar? ¿Hay una percepción de que impulsar una agencia puede ser un buen negocio? En buena parte, sí. «La percepción desde fuera es que con una inmobiliaria es fácil ganar dinero. No es así. Es una creencia falsa. Muchos se pueden ver atraídos y se preguntan: ‘¿qué monto? ¿Un bar o una agencia?’», se cuestiona Marc Cornago, un agente inmobiliario que lleva diez años en el sector y que desde hace uno ha emprendido el camino por su cuenta como empresario.

Cambiar de vivienda

Cornago considera que, entre los motivos de este auge, «hay un aumento en general del sector inmobiliario, con mucho inversor, y el hecho de que a raíz de la pandemia muchas familias han querido cambiar de vivienda». Además, según indica Cornago, «la falta de alquiler hace que mucha demanda vaya a la compraventa».

Donde ha habido un incremento especialmente notorio de estos negocios es en el Baix Penedès, a raíz de su incremento de población. «Se han abierto muchas inmobiliarias, no al nivel de antes de la crisis de 2006, pero sí ha habido un incremento, porque el mercado está latente y hay movimiento, aunque no exista mucho producto», reconoce Luis Navarro, agente de Finques Giró en El Vendrell.

También en Cunit o Calafell, núcleos presionados demográficamente por Barcelona, ha habido un alza de la actividad. Incluso hay profesionales que, como indica Navarro, «se dedicaban a esto antes de la crisis financiera, lo dejaron y ahora, 15 años después, han vuelto». 

Algunos agentes denuncian un cierto intrusismo. «Hay una falta de regulación y eso hace que muchos se lancen a la aventura. También hay un aumento de las franquicias, con una forma de trabajar algo más agresiva. La realidad es sacar adelante una inmobiliaria supone mucho esfuerzo, hay que trabajar muchas horas», apunta Cornago.

Joan Boronat, agente en Tarragona recalca que «las franquicias van y vienen» y admite que «desde fuera, como pasa con muchos negocios, todos los trabajos parecen muy lucrativos». «Cuando cobramos una comisión puede parecer que nuestra labora es fácil, pero no es así», apunta. 

Estos agentes denuncian que ante esta proliferación hay que tener en cuenta que hay profesionales que no respetan el código deontológico, que no están colegiados como agentes inmobiliarios y que «vienen de fuera, sin conocer realmente el terreno».

Cita

«Existe la creencia falsa 
de que es fácil 
ganar dinero», reconoce Marc Cornago, agente inmobiliario