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Hace ya un tiempo que llevo leyendo por aquí y por allá sobre una novela gráfica que se llama Como un pájaro en una pecera. Retratos de superdotados, de Lou Lubie. En él, Birdo, con altas capacidades, explica cómo conoce a Raya, dotada de la misma cualidad, y de qué manera a partir de ese momento su vida cambia para siempre.

Hoy en día se habla mucho sobre cómo a partir de un test puede definirse o entenderse a un individuo con una serie de cualidades específicas, pero no se habla tanto de lo que viene después de ese test. La historia de estos dos amigos se combina con datos explicativos sobre conceptos complejos, expuestos con gráficos y dibujos muy esclarecedores, y, también, aportando herramientas útiles para desentrañar los estigmas que puedan surgir al respecto (a modo de texto divulgativo riguroso pero cercano). Así, la autora francesa, conocida por explorar emociones y relaciones a partir de su obra, logra acompañar al lector aportando claridad sobre cómo interpretar un resultado positivo en altas capacidades, y también lo que eso supone.

Título: Como un pájaro en una pecera. Retratos de superdotadosAutora: Lou LubieEditorial: Norma EditorialPrecio: 29.50 €

Tenemos los dos extremos, el personaje de Birdo (un pájaro), que sabe de su condición desde que es un crío y ahora ya es un adulto que trabaja como chef en un restaurante, y tenemos el personaje de Raya (un pez), que ha vivido toda su vida sintiéndose fuera de lugar y ahora, ya adulta, se hace un test por el consejo de su psicóloga, y tampoco sabe cómo interpretar ni qué hacer con él. Claro, el camino que ha seguido uno y el camino que ha seguido la otra no tienen nada que ver, pero sí que coinciden en un punto: para ninguno ha sido un camino benévolo. Ni el de Birdo, que, siendo consciente desde el principio de su capacidad, ha hecho un trabajo de adaptación tan intenso con capas y más capas de disimulo sobre su verdad, que ha acabado por esconderse demasiado. Ni el de Raya, de la que, por su precocidad, se esperaba que hiciera grandes cosas, y no supo encontrar la manera de adaptarse a esa expectativa.

En cuanto Birdo y Raya se conocen, sienten esa profunda conexión que comparten, ese entendimiento que no habían hallado en nadie más. Las viñetas, llenas de simbolismo y expresividad, son capaces de traducir a la perfección y con sencillez las emociones que recorren a los protagonistas y hacerlas llegar directamente al corazón del lector. Esta bonita amistad lleva a Birdo y a Raya a acabar reconociendo sus propias grietas (representadas visualmente de una manera simbólica maravillosa) y a comprenderse y comprenderlo: no hay nada como descubrir tu verdad y compartirla con alguien para no sentirte, nunca más, atrapado en una pecera, porque ‘cuando encuentras a alguien que funciona igual que tú es un gran alivio. Ya no tener que adaptarte, esconderte, compensar. Simplemente desenvolverte a tu máxima velocidad es un refugio’.

Como ves, esta lectura es ideal para comentarla con niños de a partir de 12 o 13 años, y también con adultos, para abrir temas de conversación sobre la gran diversidad que nos rodea y de qué manera podemos acompañarla.

Ana Punset es escritora.